Una condición general de trabajo que afecta con frecuencia a las mujeres es la extensión de la jornada laboral. En muchos casos, a las extensas jornadas se agrega el trabajo hogareño. La consigna "8 horas para trabajar, 8 horas para recrearse y 8 horas para dormir" no ha considerado que la situación de las trabajadoras es totalmente distinta, pues en muchas ocasiones no existe tiempo para recreación e, incluso, para las horas de sueño correspondientes.