Los cultivos acuícolas y la industria de procesamiento de productos marinos forman parte del sector pesquero. Su actividad está orientada fundamentalmente a la exportación, con una importancia creciente en el desarrollo económico del país. Genera una cantidad significativa, a la vez que fluctuante, de empleo y, hasta la fecha, muestra niveles altos de riesgos para la seguridad y la salud laboral.