Incluye tanto la violencia física (agresión física sobre el trabajador o causar daños en propiedades de la organización o del personal) como la violencia psicológica (intimidación, amenazas, conductas de violencia psicológica susceptibles de causar daño psicológico y moral, etc.) Entre otras conductas se encuentran: obligar a alguien a ejecutar tareas en contra de su conciencia. Juzgar el desempeño de un/a trabajador/a de manera ofensiva. Cuestionar injustificadamente decisiones de un trabajador. No asignar tareas, asignar tareas sin sentido, asignar tareas muy por debajo, de sus capacidades o sobrecargar de tareas a un/a trabajador/a. Aislar o ignorar a un trabajador/a. Gritos y gestos agresivos o intimidatorios, etc.
De esta manera, la creación de un ambiente de trabajo hostil y ofensivo también puede configurar una situación de acoso laboral, dado que pone en riesgo la situación laboral u oportunidades en el empleo de las personas expuestas a trabajar en este tipo de ambientes
Última modificación: 02/08/2024