La publicación da cuenta de las condiciones de trabajo tanto en los cultivos como en el procesamiento de productos del mar, salmones y ostiones en el sur del país y en la 4ª Región, respectivamente, al mismo tiempo que presenta los esfuerzos realizados por los actores laborales para mejorar la situación.
Estos sectores han mostrado en poco tiempo un gran potencial de crecimiento económico, una actividad en expansión y promisoria en la apertura de nuevas áreas de desarrollo nacional. Los cultivos y sobre todo las plantas de proceso han generado nuevos puestos de trabajo, situación particularmente valorada en las zonas más apartadas, que se caracterizan por la alta participación de la mano de obra femenina empleada en los procesos que requieren destrezas manuales, velocidad y pulcritud y también, por la alta proporción de empleo eventual.
A pesar de los aportes, la calidad de las condiciones de trabajo no ha tenido una evolución a la par del crecimiento. Los principales problemas detectados por el estudio en la organización del trabajo son: el sistema de remuneraciones por cantidad de producción, que estimula la ejecución de tareas repetitivas sin pausas adecuadas y la extensión de la jornada laboral, en las plantas; y en los cultivos, la lejanía geográfica de muchos de ellos, asunto crítico en situaciones de emergencias así como en el aislamiento sicosocial de los trabajadores.
Se observaron también problemas de seguridad, entre los cuales los de mayor riesgo se producen en el permanente transporte marítimo, en el desplazamiento inseguro sobre balsas con pisos en mal estado y, especialmente, en la actividad de buceo, por el desconocimiento de los riesgos a que se exponen los buzos y el incumplimiento en las normas que regulan esta actividad.
Sien embargo, la publicación no concluye sólo con un diagnóstico. El informe elaborado por la Dirección del Trabajo fue discutido en un Seminario Nacional Tripartito en mayo del año 2000, en el cual trabajadores y empleadores del sector junto con los organismos de Gobierno, más el apoyo técnico de OIT, se pusieron de acuerdo en la jerarquización de los problemas y en una agenda para superarlos.
Los resultados de este evento y sus conclusiones, se presentan en la segunda parte del texto, que aspira a servir de plataforma para un trabajo sistemático y de largo plazo en el diálogo social entre las partes.