21/08/2007
Temas como las diferentes razones sociales de algunas empresas, los sistemas de remuneraciones variables y la baja tasa de sindicalización, entre otros, fueron abordados por la Directora del Trabajo, Patricia Silva.
La Directora del Trabajo, Patricia Silva, subrayó que la Ley de Subcontratación reconoce la fuerte externalización de procesos productivos que se extendió en los últimos treinta años. En mesa redonda organizada por Icare, Silva analizó ante un centenar de empresarios la actual situación del mercado laboral y sus implicaciones.
En la ocasión, hizo una evaluación positiva de la Ley de Subcontratación en sus primeros ocho meses de vigencia, lapso en el que se registró un bajo nivel de infraccionalidad. Asimismo, explicó que la Dirección del Trabajo ha cumplido con la certificación de subcontratistas y ha puesto a disposición de empleadores y empleados todos los dictámenes y criterios de fiscalización en su página web.
Recordó también que la ley no limita la externalización, que incluso es posible en actividades del giro de la empresa, pero aumenta su responsabilidad.
Entorno laboral
En su análisis, la Directora Silva abordó la realidad laboral en que se inserta la Ley de Subcontratación.
Respecto de las diferentes razones sociales de una misma organización empresarial, advirtió que mientras la Ley del Mercado de Valores, en su artículo 96, reconoce como grupo empresarial a "todas las sociedades que tienen un controlador común y éste último", en el ámbito laboral no existe tal claridad. Ello redunda en dificultades para determinar el empleador.
Se suma a lo anterior un sistema de remuneraciones variable, en que el ingreso se forma a partir de horas extraordinarias, comisiones y otros conceptos por sobre el sueldo base. Como consecuencia de esto -señaló Silva- es mayor el tiempo trabajado, sin que por ello haya una mayor productividad. Incluso se ha trasladado cierta parte del riesgo del negocio a los trabajadores, cuando el pago de comisiones está sujeto a la permanencia del cliente, agregó.
En cuanto a los derechos colectivos, la tasa de sindicalización de 13% es baja respecto a otros países, señaló la Directora del Trabajo. Alrededor del 8% de los trabajadores negocia colectivamente, y el incremento real de remuneraciones que obtienen -sin considerar bonos- es inferior al 1%.
Subrayó que si bien en el país ha habido una cultura de poco diálogo y escasa confianza entre trabajadores y empresarios, ha ido aumentando la necesidad de conocerse y sentarse a negociar. "En un marco de nuevas demandas y reorganizaciones, nos encontramos con trabajadores que buscan negociar con quien realmente toma las decisiones", explicó Silva, en referencia a las negociaciones de trabajadores subcontratistas con la empresa principal.
El rol fundamental que juega la Dirección del Trabajo en las relaciones laborales también se ha visto impactado es este contexto. Patricia Silva se refirió a las dificultades que surgen de la incongruencia que existe, muchas veces, entre el tenor de los contratos y la realidad. No resulta sencillo determinar quién es el empleador, porque la relación no es claramente bilateral, tampoco la extensión o el tipo de contrato.