03/09/2009
Patricia Silva fue una de las panelistas de la jornada inaugural de un seminario destinado a analizar el rol de los gobiernos progresistas en materia de organizaciones de trabajadores y trabajadoras.
Un llamado a fortalecer el movimiento sindical hizo la Directora Nacional de la Dirección del Trabajo, Patricia Silva, durante su intervención en el seminario "Movimiento Sindical y Gobiernos Progresistas. Los Desafíos de la Crisis Global", organizado por la Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES).
El panel inaugural estuvo conformado por la Ministra del Trabajo y Previsión Social, Claudia Serrano; la Directora del Trabajo, Patricia Silva; el presidente de la CUT, Arturo Martínez; Víctor Báez, Secretario General de Confederación Sindical de Trabajadores/as de las Américas (CSA), y Katharina Mejer y Yesko Quiroga, Directora FES Sindical Regional y Director FES Chile, respectivamente.
En parte de su exposición, Patricia Silva dejó sentadas varias interrogantes para la discusión. Los gobiernos progresistas tienen que definir -dijo- cuál es el rol que le asignan al actor sindical y si este es un actor político relevante. Se preguntó también: "¿Cuál es el valor que le asignan los gobiernos progresistas al diálogo social? y ¿cómo se valoran los derechos sindicales y colectivos?".
En la oportunidad, la Directora del Trabajo destacó las cifras del Anuario Sindical 2008 de la Institución, que reflejan un crecimiento del número de dirigentas sindicales mujeres. Comparativamente, por ejemplo, estas llegan al 21%, mientras en el Parlamento la participación de la mujer es de sólo un 7%.
Por su parte, la Ministra del Trabajo destacó los avances que ha tenido el Gobierno en materia de protección a los trabajadores y trabajadoras, especialmente en el marco de la crisis global.
El presidente de la CUT, en tanto, manifestó la necesidad de repensar y discutir el rol del Estado en Chile, en especial después de que en varios países éste debiera salir al rescate del mercado. Además, hizo una fuerte crítica a la legislación chilena, por cuanto ésta no permite que los dirigentes sindicales puedan ocupar un escaño en el Parlamento, por tener esa calidad de dirigentes.