14/06/2005
Según datos de la Primera Encuesta Nacional de Actividades de Niños y Adolescentes en Chile, 196 mil niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años trabajan. De éstos, un 3% (107.000) lo hace en condiciones inaceptables, es decir, en ocupaciones que vulneran sus derechos esenciales como el acceso a la educación, el descanso y la recreación. El 2,4% (88.428) restante lo hace en condiciones que garantizan sus posibilidades de estudio, salud y desarrollo personal.
Los Ministerios de Educación y del Trabajo y Previsión Social y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) conmemoraron el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil, con la incorporación de esta fecha al calendario escolar con el fin de destacar la importancia que tiene la educación en la erradicación de este problema.
Desde hace cuatro años se conmemora esta fecha, la cual fue establecida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para hacer conciencia sobre el problema del trabajo infantil, y ayudar a romper con el silencio y sentido de impunidad de los que explotan económicamente a menores de edad y adolescentes.
El ministro de Educación, Sergio Bitar, hizo ver que evitar el trabajo infantil es una iniciativa conjunta con el Ministerio del Trabajo y la OIT, pero precisó que a Educación le cabe una gran responsabilidad y, conciente de ello, su cartera está llevando a cabo diversas actividades para sacar a los niños, niñas y jóvenes de la calle. "La escolaridad prolongada de ellos es el mayor escudo de protección frente los riesgos de estar en la calle o tener que trabajar a temprana edad,...todos tienen que terminar su cuarto medio. Hoy hay nuevos riesgos como la prostitución infantil que tenemos que combatirla duramente".
Por su parte, el titular del Trabajo y Previsión Social, Yerko Ljubetic, explicó que este es un tema trabajado muy intensamente por las carteras de Educación y Trabajo y otros organismos públicos. "Nuestro primer esfuerzo ha sido elaborar un acabado diagnóstico de la situación... En este tema, si bien Chile no registra la magnitud de otros países, es un problema del que no podemos apartarnos ni dejar de prestarle atención. Entre las iniciativas, hemos desarrollado una intensa campaña de fiscalización que nos ha permitido afinar este diagnóstico y focalizar desde la Inspección del Trabajo nuestro accionar".
Según datos de la Primera Encuesta Nacional de Actividades de Niños y Adolescentes en Chile, 196 mil niños, niñas y adolescentes entre 5 y 17 años trabajan. De éstos, un 3% (107.000) lo hace en condiciones inaceptables, es decir, en ocupaciones que vulneran sus derechos esenciales como el acceso a la educación, el descanso y la recreación. El 2,4% (88.428) restante lo hace en condiciones que garantizan sus posibilidades de estudio, salud y desarrollo personal.
De acuerdo a la muestra, más de la mitad de los niños, niñas y adolescentes que trabajan en actividades inaceptables, o en quehaceres domésticos, integran familias donde el jefe de hogar sólo terminó la enseñanza básica. De cada 10 niños y adolescentes que trabajan en nuestro país, 7 declaran que les gustaría ser profesionales y universitarios en su vida adulta. Sin embargo, lo más probable es que no logren esta aspiración, ya que generalmente su actividad laboral interfiere con su educación.
Con la ratificación del convenio 182 sobre peores formas de trabajo infantil y 138 sobre edad mínima de admisión al empleo del la OIT, nuestro país se ha comprometido con la prevención de esta problemática y la erradicación del uso de niños para microtráfico, prostitución o cualquier actividad que ponga en riesgo su salud.
Si bien en Chile se registra una menor cantidad de niños y niñas trabajadores, en comparación a América Latina y el resto del mundo, preocupa a las autoridades el que los menores dejen de estudiar ya que está comprobado que el trabajo infantil se explica por la necesidad que tienen las familias muy pobres de asegurar algún tipo de ingreso económico para el hogar.
Por ello el acceso a la educación y la permanencia de los niños, niñas y adolescentes en el sistema escolar son requisitos básicos para que abandonen la pobreza y puedan acceder en el futuro a mejores empleos, mejorando así su calidad de vida y las de sus familias.
De acuerdo al Código del Trabajo las personas menores de 15 no pueden trabajar, y quienes realizan alguna actividad remunerada lo hacen en forma ilegal. A excepción de los que trabajan en teatro, cine, televisión o actividades similares, ya que cuentan con autorización para desarrollar dichas actividades.
Entre los 15 y 18 años, la ley establece que se requiere autorización de sus padres, tutores o inspector del trabajo para trabajar. Aquellos adolescentes de 15 a 16 años, deben certificar estar cumpliendo la escolaridad obligatoria. Además, les está prohibido desempeñarse en trabajos nocturnos.
Según cifras de la OIT, en el mundo, 246 millones de niños y adolescentes entre 5 y 17 años trabajan. Tres cuartas partes de ellos, están atrapadas en las peores formas de trabajo infantil. Veinte millones, entre 5 y 14, habitan en Latinoamérica y el Caribe.