22/01/2015
La gestión de la Dirección del Trabajo permitió solucionar el conflicto surgido entre el consorcio constructor y 370 trabajadores que dejaron de trabajar en las obras.
Como una demostración del enorme valor social que tienen las mediaciones laborales, calificó el Director del Trabajo de O'Higgins, Juan Carlos González, la exitosa intervención del organismo fiscalizador en el conflicto surgido días atrás entre la empresa que construye el nuevo hospital de Rancagua y 370 trabajadores que dejaron de pertenecer al proyecto.
"Los buenos resultados que habitualmente arroja el mecanismo mediador de la Dirección del Trabajo, ya sea a través de los buenos oficios en las huelgas legales o por la vía voluntaria en conflictos de otra índole, demuestran la validez del reforzamiento de nuestro rol componedor incluido en el proyecto de reformas laborales enviado recientemente por el Gobierno al Congreso Nacional", dijo González, al evaluar la solución lograda anteayer y que terminó con las movilizaciones realizadas por los trabajadores en los últimos días.
"Este acuerdo sin duda es un gran aporte a la paz social de la región", concluyó González.
La intervención de la DRT de O'Higgins fue solicitada el 14 de enero por la Empresa Consorcio Hospital Rancagua S.A. y el Sindicato Sintec al surgir discrepancias en las condiciones en que dejaban la obra por término de faenas un total de 370 trabajadores.
El recinto hospitalario ha sido construido durante cuatro años y se encuentra ahora en su fase final de terminación.
La gran mayoría de los obreros fue contratada por el régimen legal de obra o faena, condición que los hizo presionar para pactar la entrega de beneficios por el tiempo trabajado.
Coordinadas por el mediador de la DRT Mario Muñoz, las partes se reunieron los días 14, 16 y 19 de enero en la Inspección Provincial del Trabajo de Rancagua y lograron cerrar un acuerdo para el pago de feriados pendientes y la entrega de un fondo repartible por 260 millones de pesos.
Esa concordancia fue posteriormente refrendada en una votación secreta por los trabajadores implicados. Al contar con el apoyo explícito y oficial de las bases, los dirigentes de Sintec pudieron firmar el acuerdo final con la empresa.