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Hasta mediados de noviembre, aproximadamente, se extenderá la primera fase del proceso de la ENCLA 2008, cual es la entrega de un cuestionario autoaplicado a las empresas, y la aplicación de dos cuestionarios, uno a los empleadores o quien los represente, y otro al representante sindical o un trabajador en las empresas sin sindicato, labor realizada por personal especializado y acreditado pertinentemente. Las respuestas de trabajadores y empleadores se registrarán por separado y utilizadas únicamente con fines estadísticos.

En esta ocasión, la sexta vez que se realiza, se han incorporado a la muestra las regiones extremas y, naturalmente, las recién creadas. Las versiones anteriores sólo recabaron información desde Antofagasta hasta Los Lagos.

De acuerdo al cronograma trazado, la etapa de procesamiento de la información debería estar terminada en abril de 2009, y sus primeras conclusiones en mayo del próximo año. En esa fecha será posible conocer la realidad de las condiciones de trabajo y las relaciones entre trabajadores y empleadores en el país.

Desde sus inicios, la Encuesta Laboral de la Dirección del Trabajo ha contribuido con sus resultados a la formulación de diagnósticos que hacen los expertos laborales para orientar las políticas públicas sectoriales. Gracias a estas conclusiones se ha determinado, por ejemplo, que una alta proporción de empresas utiliza sistemas de remuneración variable, y que una distribución más equitativa de los ingresos se observa en empresas en que existen sindicatos.

La ENCLA recoge información relevante -particularidad que la hace única- sobre el entorno económico de las empresas, su fuerza de trabajo y formas de externalización en el proceso de producción, organizaciones sindicales, conflictividad laboral, negociación colectiva, seguridad e higiene en el trabajo salarios e incentivos y jornada laboral. Su universo está circunscrito a las empresas con cinco o más trabajadores reguladas por el Código Laboral.