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Con especial énfasis en el rol de la Dirección del Trabajo en la sociedad, el ministro del Trabajo y Previsión Social, Ricardo Solari, dio inicio este lunes al Encuentro Nacional de Estructuras Regionales 2004 de la Dirección del Trabajo, ocasión en que puntualizó la forma en que la institución contribuye a la creación de un diálogo social tripartito entre empleadores, trabajadores y gobierno, lo que permite un mayor cumplimiento de las leyes laborales.

De esta forma, el secretario de Estado destacó el aporte que el Servicio realiza desde la fiscalización, mediación y capacitación para elevar los estándares laborales y que ello se traduzca en efectivo trabajo decente para todos.

Solari agregó que, si bien se reconocen los avances en sectores como el forestal, agrícola y acuícola, es importante continuar con la labor en sectores que aparecen vulnerados en sus garantías. Reconoció, además, la importancia de la tarea fiscalizadora, que ejemplificó en los trabajadores de centros comerciales quienes cada día ven extendidas sus jornadas de trabajo, con precarios contratos y una baja remuneración por horas extraordinarias.

Posteriormente, el jefe del Departamento Jurídico, Rafael Pereira, realizó su exposición "Derechos Fundamentales y Libertad Sindical: Garantizando eficazmente su ejercicio". Luego, César Toledo y Erika Flores profundizaron en la ampliación del modelo a regiones y cómo ha resultado la experiencia de la coordinación de Defensa de la Libertad Sindical en la Región Metropolitana, como también las perspectivas de protección de los demás derechos fundamentales.

La jefa del Departamento de Estudios, Malva Espinoza, en tanto, se refirió al marco conceptual del diálogo social, mientras que el jefe del Departamento de Relaciones Laborales, Joaquín Cabrera, precisó que los Consejos Regionales de Usuarios (CRU) son un desafío permanente para la Dirección del Trabajo, y cómo el Servicio debe continuar fortaleciendo de manera proactiva el diálogo entre los distintos actores sociales. Cabrera enfatizó que desde la labor de los funcionarios y cada región, desde su propia realidad, deben ser generadas las mejores formas de interacción con los actores que permita un mayor cumplimiento de la ley y, por tanto, un mejor clima de relaciones laborales.