13/12/2017
Director Nacional de la Inspección del Trabajo, Edgar D’Angelo, y colaboradores vino a Chile a exponer el abordaje de ese fenómeno en su país.
Como una forma de enriquecer su incipiente estrategia para abordar laboralmente el fenómeno migratorio, la Dirección del Trabajo (DT) nuevamente está intercambiando experiencias con otras naciones latinoamericanas que viven la misma realidad.
Ya lo hizo meses atrás con Costa Rica y ahora toca el turno de Panamá, algunos de cuyos expertos se encuentran en Chile para exponer la estrategia aplicada en ese país.
Edgar D’Angelo, director nacional de la Inspección del Trabajo, y Aracelis Guardia, coordinadora el proyecto “Yo sí cumplo”, participaron presencialmente hoy en el seminario “Inspección Laboral en Panamá con una mirada a la Migración”, realizado en el Ministerio der Relaciones Exteriores. Vía Skype, Gonzalo Medina, oficial del Proyecto de la Organización Internacional para las Migraciones, expuso la política migratoria global.
En el encuentro también expusieron la experta de la OIT en Chile, Patricia Roa; y su par en la Organización Internacional de Migraciones de la ONU, Félix Martínez. Como participantes oyentes hubo jefes y funcionarios de la DT de Santiago y regiones.
Con casi 5 millones de personas, Panamá ha enfrentado en los últimos años la llegada de miles de migrantes provenientes, principalmente, de Nicaragua, República Dominicana, Venezuela y Colombia. Hoy se calcula en 65 mil los trabajadores cuya situación está regularizada, muchos de los cuales laboran en la poderosa industria de la construcción.
D’Angelo explicó cómo la Dirección Nacional de la Inspección del Trabajo ha debido adecuar y flexibilizar su estrategia para abordar la migración, procurando ante todo la protección de los derechos de los trabajadores extranjeros.
Su institución -un símil de nuestra Dirección del Trabajo- incluso cuenta con un Departamento de Atención al Migrante que cuenta con personal propio dedicado exclusivamente a la fiscalización de ese sector de la población.
El director del Trabajo, Christian Melis, agradeció el aporte de los especialistas panameños, cuya venida es posible gracias a un acuerdo bilateral-laboral entre Chile y Panamá.
“Chile es hoy un polo de trabajo migrante y no necesariamente la respuesta ha sido del todo adecuada”, dijo, añadiendo que “nuestro foco es la protección de los intereses laborales de los trabajadores extranjeros, pero no es una tarea fácil”. “Nuestro desafío”, prosiguió, “es mejorar la fiscalización en estos sectores, pero por nuestra falta de experiencia valoramos altamente la colaboración de otras naciones que viven también el fenómeno migratorio”.
Según cálculos oficiales, en Chile viven hoy unos 470 mil extranjeros, el 75 por ciento de los cuales proviene de distintas partes de América Latina y el 76,7 tiene empleo.