22/09/2015
Cerrada la versión número 14 del concurso literario "Mi vida y mi trabajo", y una vez reunido su jurado, se procedió a la deliberación para determinar cuáles de los 937 trabajos llegados, y atenidos a las bases, recibirán los premios establecidos.
Este año, el concurso recibió 396 cuentos escritos por mujeres y 541, por hombres. De ellos, 120 vinieron de 21 países del extranjero; Argentina (quien concentra la mayor parte de los envíos), España, Australia, Francia, Colombia, México, Ecuador, Cuba, Bolivia, Perú, Uruguay, Estados Unidos, Brasil, Portugal, Honduras, Venezuela, República Dominicana, Costa Rica, Noruega, Guatemala y Canadá.
Pese a ello, todos los premiados, a excepción de una de las menciones honoríficas, pertenecen a personas de Santiago, quedando los galardones repartidos de la siguiente manera:
Primer Lugar, para "Libros viejos", de Alfonso Cáceres Reneré (Santiago).
Segundo Lugar, "Soledad y Rosita", de Leonardo Pellizari Delgado (Quinta Normal).
Tercer Lugar, para "Demi Ruso", de Nidia Loyola Bastías (Santiago).
Las menciones honrosas fueron para "Un día en la vida de Magdalena", de Stephannie Rioseco Villagrán (Santiago); "Dominós de carne y hueso", de Luis Bennett Ramos (Santiago) y "El que la sigue la consigue", de Anastasia De Marchi (Santiago).
Además el jurado decidió entregar dos menciones honorarias, debido a la calidad de su narración, y pese a que sus contenidos no fueran referidos, directamente, al trabajo. Se trata de "Juego de luces", escrito por Johnn Gómez Gómez, quien envió su trabajo desde Bogotá (Colombia) y "La esquina del delito", de Juan Francisco Gálvez Tobar (Puente Alto).
Los cuentos y sus autores
En ausencia del sacerdote Andrés Moro, vicario para la Pastoral Social y de los Trabajadores, quien estaba en actividades solidarias con damnificados por el terremoto, y del escritor Jorge Montealegre (en el extranjero), unánimemente, los jurados José Luis Rosasco (escritor), Mariela Venegas y María Eugenia Meza, ambas de la Dirección del Trabajo determinaron que el primer premio debía corresponder al cuento "Libros viejos", una conmovedora historia en una de las llamadas "librerías de viejo" del barrio San Diego. Su autor, Alfonso Cáceres Reneré elaboró un relato sobre la base de la búsqueda de un anciano de un número en especial de la histórica revista Estadio.
"Soledad y Rosita", que obtuvo el segundo lugar, también incursiona en la tercera edad, esta vez con la relación entre un joven trabajador de un call center y una solitaria mujer mayor. Solidaridad y ternura fueron las claves usadas por su autor, Leonardo Pellizari Delgado.
Una mujer, Nidia Loyola Bastías, tomó la voz de un hombre para narrar una historia poco convencional, en un espacio igualmente diferente: "Demi Ruso", que cuenta la amistad entre un enterrador del Cementerio General y un joven, que llega a ser su ayudante y que asume el trabajo como su actividad de la vida entera.
Las menciones honrosas fueron adjudicadas a cuentos que, por su estructura narrativa, simulan testimonios de vida: "Un día en la vida de Magdalena", de Stephannie Rioseco Villagrán, sobre una trabajadora de casa particular, inmigrante, que hace el recuento de un día en su vida; "Dominós de carne y hueso", de Luis Bennett Ramos, con un momento de duda ética entre lo que conviene personalmente y lo que puede afectar al colectivo de compañeros y "El que la sigue la consigue", en que Anastasia De Marchi narra el viaje para llegar a cumplir un compromiso laboral. Las tres representan aspectos centrales en la vida de diversos tipos de trabajadores y trabajadoras, contadas con plumas inteligentes y eficaces.
Finalmente, y en virtud que este año llegaron al certamen muchos cuentos no relacionados directamente al trabajo, el jurado decidió entregar dos menciones honorarias (es decir, sin reconocimiento material) a dos cuentos que se destacaron por sobre el nivel del resto de los escritos. Se trata de "Juego de luces", escrito por Johnn Gómez Gómez (Bogotá), gracioso relato que explora una situación erótica y "La esquina del delito", de Juan Francisco Gálvez Tobar (Puente Alto), que rescata una encantadora anécdota de infancia, valorizando la vida de barrio, tan perdida hoy por hoy en las grandes ciudades.
Los participantes premiados recibirán un notebook, un scanner, una impresora y $700.000 (primer lugar); un notebook y $500.000 (segundo premio); $500.000 (tercer lugar) y $100.000 cada uno de los tres autores con menciones honrosas. Estos estímulos fueron otorgados por BancoEstado, Codelco y la Achs. La ceremonia de premiación será a fines de octubre.