11/08/2015
Dolorosa estadística fue dada a conocer en la inauguración del congreso internacional "Hacia una cultura de prevención de riesgos en el trabajo".
Apabullantes cifras sobre el impacto negativo entre los trabajadores de la falta de prevención en seguridad y salud laboral fueron entregadas en la inauguración de un congreso internacional de dos días en Santiago.
El certamen se denomina "Hacia una Cultura de Prevención de Riesgos del Trabajo" y fue organizado por la Subsecretaría de Previsión Social y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con apoyo de distintos servicios y superintendencias vinculados con la secretaría de Estado.
Justamente, en el acto de apertura expuso el nuevo director para el Cono Sur y América Latina de la OIT, Fabio Bertranou.
El experto felicitó la realización del congreso que servirá para enriquecer el esfuerzo de crear una Política Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo encarada a partir de una directriz emanada del actual gobierno chileno.
Durante casi más de un año dirigentes sindicales y empresariales, junto con expertos de diversos ámbitos, han participado en numerosos grupos de trabajo en todo el país para ir reuniendo los aportes que concluyan en la creación de esta nueva política preventiva.
Justamente, después del accidente de la mina San José, en 2010, el país ratificó e hizo suyo el Convenio 187 de la OIT sobre seguridad y salud en el trabajo, lo que lo compromete a crear una estrategia nacional de mayor alcance que las iniciativas aplicadas hasta entonces.
En los últimos años Chile ha logrado reducir paulatinamente sus índices de accidentes y muertes vinculadas al trabajo. Actualmente, la tasa de accidentalidad es del 4,6 por ciento y la de mortalidad, de 5,8 cada cien mil personas. Sin embargo, la intención es reducir esos guarismos al mínimo.
Bertranou dijo sobre este objetivo de país que "tenemos enormes expectativas y me parece que esto no va a ser solamente algo muy importante para Chile, sino que también va a implicar un faro para muchos países de América Latina y del mundo".
A nivel global, el representante de la OIT explicó que las enfermedades profesionales y los accidentes del trabajo siguen siendo un flagelo.
Citó como ejemplo de ello los 2,3 millones de fallecimientos anuales vinculados al mundo laboral, de los cuales 2 millones son producto de enfermedades profesionales. Estas últimas suman actualmente en todo el mundo más de 160 millones de casos.
Económicamente, esas cifras también son impactantes, puesto que significan cuatro puntos del PIB mundial. "Además del inaceptable costo humano, con el enorme sufrimiento para los trabajadores y sus familias, estos accidentes del trabajo y enfermedades profesionales tienen un impacto negativo en la eficiencia y productividad de las empresas, causando pérdidas económicas importantes para la sociedad en su conjunto", evaluó Bertranou.
El experto concluyó afirmando que "hay un enorme desafío a nivel global en esta materia".