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El Subdirector del Trabajo, Rafael Pereira, ante la presentación efectuada por el Colegio Metropolitano de Profesores, se comprometió a disponer un estudio de los antecedentes, dirigido a emitir un pronunciamiento jurídico que permita determinar la responsabilidad que le corresponde a los empleadores ante eventuales agresiones físicas y sicológicas a docentes y asistentes de la educación en sus lugares de trabajo.

En un plano más amplio, el Colegio de Profesores denunció constantes agresiones a profesores y auxiliares de parte de las comunidades educacionales -tanto apoderados como estudiantes, y a veces incluso las directivas de los colegios-, por lo cual solicitaron un pronunciamiento sobre la responsabilidad que le cabe al empleador para garantizar la integridad física y síquica de sus trabajadores.

La agresión ahora denunciada ocurrió en el colegio Silva Henríquez el 17 de octubre, durante la celebración del Día del Profesor. "Ese día los estudiantes de cuarto medio advirtieron a 26 trabajadores entre docentes y auxiliares que les "tenían una sorpresa", tras lo cual les vendaron los ojos y les propinaron manotazos y empujones, junto con escupirlos y arrojarles harina y huevos."

Ante esto, la dirección del establecimiento suspendió a los alumnos, dejándolos con exámenes libres y cancelando el acto de graduación.

Finalmente, el Subdirector del Trabajo explicó que los empleadores deben adoptar medidas preventivas para este tipo de situaciones, y en caso de que suceda alguna agresión, deben aplicar medidas de reparación y exigir la actuación de los organismos administradores, como las mutuales, a los que les corresponde una labor preventiva de auto cuidado. Asimismo, ocurridas las agresiones deben hacerse cargo de reparaciones y proveer los servicios para tratamientos físicos, sicológicos o siquiátricos.