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25/07/2014

Estudio revela condiciones de trabajo en la piscicultura de La Araucanía

En un contexto de progresivo mejoramiento de la situación de los trabajadores, subsisten riesgos de accidentes y enfermedades profesionales que deben ser abordados por las empresas.


Las difíciles condiciones de trabajo en los centros de piscicultura de La Araucanía y las alternativas para mejorarlas son descritas en una investigación realizada por el Departamento de Estudios de la Dirección del Trabajo (DT) y divulgada en Temuco.

El estudio "Condiciones de trabajo, seguridad y salud en pisciculturas de la región de La Araucanía", de Celina Carrasco, fue lanzado en un acto en la Intendencia Regional, con asistencia del Seremi del Trabajo, Joaquín Bascuñán, la Directora del Trabajo, Maite Núñez, el Jefe del Departamento de Estudios de la DT, Jorge Salinero, y la propia autora.

Al auditorio de la Intendencia llegaron numerosos dirigentes sindicales y gremiales de la salmonicultura, empleadores, académicos y trabajadores de pisciculturas de la región.

Realizado el trabajo de campo durante abril y mayo de 2013 en 25 empresas de las comunas de Melipeuco, Cunco, Villarrica, Pucón y Curacautín, el estudio respondió a una petición hecha un año antes por el Consejo Tripartito de Usuarios de Cautín, que reúne a empleadores y trabajadores.

Elaborado a partir de entrevistas anónimas en las empresas elegidas a jefes de planta, dirigentes sindicales y trabajadores, el estudio revela las condiciones de trabajo de los operarios en el marco de un esfuerzo de las empresas por reducir los riesgos de accidentes y enfermedades profesionales.

Por ejemplo, el 81,8% de aquellas legalmente obligadas cuenta con un comité paritario. Además, el 71,9% de los trabajadores encuestados considera que hay buenas condiciones de trabajo.

Estos indicadores positivos contrastan, sin embargo, con el hecho de que el 8,3% de las empresas no cuenta con un reglamento interno de higiene y seguridad, falencia que debe ser corregida con prontitud pues es uno de los primeros elementos preventivos en toda empresa. Tampoco es alentadora la baja tasa de sindicalización, pues en el 84% de las empresas encuestadas los trabajadores no poseen su propia organización.

Respecto de los años de antigüedad en la piscicultura, el 43,6% de los trabajadores tiene entre uno y cinco años de experiencia y el 31,8%, más de cinco años de trabajo y hasta diez años de permanencia en el sector. Esto refleja, en general, una amplia experiencia de trabajo, aunque el nivel de escolaridad es bajo, coincidente con la realidad de toda la región. El promedio de salarios de los operarios fluctúa entre los 200 mil y los 380 mil pesos, predominando los 250 mil pesos en el 41,7% de los casos.


ACCIDENTES Y ENFERMEDADES
No obstante el contexto ya citado, la investigación revela duras condiciones de trabajo causantes de accidentes y enfermedades profesionales.

Así, según información reportada por las propias empresas -con un riesgo de sub registro-, durante los últimos cinco años hubo 137 accidentes laborales. Los tres más frecuentes fueron el sobreesfuerzo por traslado de carga, con el 29,9% del total, seguido por las caídas de distinto y mismo nivel, con una tasa de ocurrencia del 18,2% y el 16,7%, respectivamente. A juicio de los empleadores, el 56% de los accidentes ocurrió por descuido del trabajador y el 44% por condiciones inseguras en las faenas.

Del lado de los trabajadores, el 28,2% contó que ha tenido más de un accidente del trabajo en los últimos cinco años. Los más comunes corresponden a caídas desde altura, resbalones con golpes en codos y manos, caída de gravilla en ojos, proyección de líquidos a los ojos, caída de escala con golpe en cuello y manos, entre otros.

Igualmente, el 23% de los trabajadores señaló que ha tenido alguna enfermedad profesional, siendo las más mencionadas el lumbago, la tendinitis y el esguince de pie.

De las enfermedades profesionales, la más recurrente en el sector es la dermatitis, debido a la realización de labores como la manipulación de desechos y peces, limpieza y desinfección de estanques, sin el uso oportuno de elementos de protección de manos y brazos.

Aquellas de tipo respiratorio son igualmente parte de las dolencias, aunque generales, propias de este trabajo, debido a las condiciones de humedad y exposición al frío presentes o que exponen, en mayor medida, a los trabajadores.


RIESGOS
Aparte de este registro de hechos, el estudio indagó en la probabilidad de sufrir un accidente o contraer una enfermedad profesional, y si lo ha tenido en los últimos cinco años.

El 12,8% de trabajadores declaró como muy probable la posibilidad de tener un accidente del trabajo; el 76,9% indicó que es poco probable y el 10,3% lo consideró improbable.

Más allá de esas apreciaciones, la encuesta hecha a los trabajadores concluyó que el 94,9% de ellos está expuesto, o en contacto, con productos químicos ya sean detergentes, antibióticos o desinfectantes. Asimismo, el 94,9% debe soportar condiciones climáticas adversas, como bajas temperaturas y humedad tanto en ambientes cerrados como abiertos, lo que los expone a enfermedades respiratorias. Además, el 89,8% debe manipular residuos como peces muertos, aguas servidas y lodos.

Otros riesgos relevantes denunciados son el traslado de sacos de sal o arrastre de cargas, u otros objetos pesados como baldes con agua y peces (84,6%) y la exposición directa a los rayos del sol (74,4%).

De los riesgos mencionados anteriormente, la mayoría de estos trabajadores se expone a más de uno.

En esta industria predomina el sistema de turnos rotativos de ocho horas cada uno y con pausas de descanso de entre 5 y 20 minutos aplicadas por el 87,5% de las empresas entre una y tres veces en la jornada. Sin embargo, este antecedente no coincide con la opinión de los trabajadores, pues el 41% de estos encuestados afirmó no tener esos ciclos de reposo.

Otro factor no desdeñable es la forma de alimentación de los peces, que puede ser manual, automática o una combinación de ambas.

En las empresas del estudio existen ambas formas de alimentación, aunque predomina la combinación de tipo manual y automática (56%). Cabe destacar que el 36% usa el sistema de alimentación manual, actividad que conlleva una secuencia de movimientos repetitivos, de alto riesgo de lesiones músculo-esqueléticas.


RECOMENDACIONES
Para la investigadora Celina Carrasco, es alentadora la predisposición de las empresas por mejorar el trabajo en la piscicultura. "En general, están abiertas y dispuestas a resolver los problemas y hubo bastante cooperación en la entrega de información", explicó.

A su juicio, es muy recomendable que las empresas se apoyen en la asesoría de las mutuales de seguridad para eliminar o reducir los riesgos, pero también deberían valorar los planteamientos de sus trabajadores, recogidos en el estudio.

"Las propuestas de los trabajadores son fácilmente aplicables y significan inversiones mínimas", ilustró, valorando que respondan a un conocimiento surgido del trabajo diario.

Finalmente, Celina Carrasco explicó que esta investigación completa un ciclo de estudios iniciado por la DT hace ya 15 años sobre la salmonicultura. En su opinión, esta mirada permanente, además de las fiscalizaciones, ha permitido mejorar las condiciones de trabajo en una industria relativamente nueva en el país "y que trajo riesgos que no conocíamos".